¡No olvides registrarte!
Tiempos estimados de entrega: AMBA, 5-8 días. Interior, 7-10 días. Patagonia, 9-12 días.
Los niños aprenden observando y escuchando, tanto una buena conducta como una mala conducta del entorno donde se desarrollan. Por eso, debemos educar a nuestros hijos con el ejemplo, todos los días, no de manera intermitente o sólo cuando notemos que se compartan de alguna manera que no nos agrada.
Aprovecha esta oportunidad para cambiar esos hábitos y ejemplos que no te gustan de ti e inspirar a tu hij@ a ser mejor persona. Haz una lista con las experiencias que fomenten responsabilidad y valores a tu pequeñ@ y empiecen a aplicarlas juntos:
- Higiene: Este hábito es de los más importantes que se debe de inculcar, ya que gracias a éste evitaremos enfermedades e infecciones. Además, un aspecto limpio nos hace sentir y lucir bien.
- Alimentación saludable: Para poder desarrollar conductas alimentarias saludables y una sensación de bienestar es más fácil hacerlo desde los primeros años de vida.
- Cuidar su cuerpo: Las visitas regulares al médico ayudarán a prevenir, tratar enfermedades y a garantizar buen estado de salud.
- Actividad física: Este hábito es muy divertido inculcarlo en los niños, pueden salir en bicicleta o patines, pasear al perro o jugar en el parque.
- Descanso: Un buen descanso nos ayudará a mejorar nuestra salud, aumentar nuestro rendimiento y la creatividad y a disminuir la ansiedad y el estrés.
- Lectura: Leer ayuda a los niños a fomentar la creatividad, memoria y a mejorar sus calificaciones y vocabulario.
- No insultar: Promover el respeto y evitar la violencia ante opiniones, costumbres y creencias distintas a las nuestras es buena forma de fomentar la tolerancia y el diálogo.
- Cuidar al medio ambiente y los animales: Enseñar a los niños la importancia de reciclar, consumo inteligente y a respetar a la naturaleza y los animales es vital porque el futuro del planeta depende de ellos.
- Seguridad vial: Enseñarle a tu chiquit@ a tener conductas responsables como peatón y al volante pueden salvarle la vida.
Recuerda que una acción vale más que mil palabras, de nada sirve decirle un discurso o sermón eterno si nosotros no predicamos con el ejemplo. Si queremos que nuestros hijos sean honestos, responsables y amables tenemos que ser coherentes y nosotros también serlo.